domingo, 24 de julio de 2011

Capítulo 4: La cena


-Lucía, ya podemos irnos –me dijo mientras yo me quitaba el resto del maquillaje que se me había corrido.



-Pero...¿no me los presentas?¿No han aceptado el contrato?- pregunté

-Si, han aceptado pero quedan algunos detalles por ultimar y hemos quedado en el restaurante, la Sr. Fletcher tenía que ir a recoger a su hija.

Yo seguía detrás del escritorio y mi padre mientras me hablaba se fue acercando hasta llegar a él y darse cuenta de que el ordenador estaba encendido.

-¿Por qué está encendido?- me preguntó con curiosidad señalando al ordenador.

-Mientras hablabas con ellos he estado viendo algunos videos -dije nerviosa.

-¿Has visto el de Thomas Fletcher?

¿Y ahora que le contestaba? Si le decía que sí, le llevaría a pensar cosas que no son, pensaría que me estoy interesando por el negocio e insistiría más en el tema, y eso era algo que no quería o se mosquearía por haber hurgado en sus cosas. Y si le decía que no, la verdad que no encontraba ningún inconveniente, solo que le mentiría pero eso era lo que menos me importaba.

-No –le mentí.

-Qué pena, es el chico con el que vamos a cenar. Me recuerda a ti cuando tocabas el piano.

Con este comentario note como las lágrimas volvían a llenar mis ojos pero esta vez no las deje escapar, por lo que le dedique una sonrisa por si tenía alguna sospecha de que hubiese llorado y salí.

Cuando íbamos en el coche, había un incómodo silencio hasta que mi padre decidió romperlo.

-¿Sabes lo que me dijo cuando le dije que tocaba muy bien el piano?

-No –dije pesadamente porque sabía perfectamente lo que había dicho y sino algo similar a lo que yo pensaba.

-Me dijo: “yo no toco bien, solo acaricio las teclas”. Cuando me dijo eso no me lo podía creer. Era lo que siempre me habías dicho tu, lo recuerdas –como no me iba a acordar de ello, se lo habría repetido un millón de veces –fue como si me lo dijeras tú.

Lo que de verdad me sorprendió y emociono era que él se acordara de eso. Con esa contestación me dejo ver al padre que tanto había echado de menos en todos estos años. Pensé que mi padre estaba cambiando, pero enseguida descarté esa opción.

Cuando llegamos al restaurante me sentía nerviosa, y no sabía el por qué. Quizá por lo que me había hecho sentir el video de ese chico.

Entramos y el encargado nos llevo a la planta donde se encontraba la zona de mesas reservadas. Allí había más intimidad, eran como una especie de salas en las que había sillones blancos en forma de L y una mesita baja. Al fondo se encontraba la mesa donde cenaríamos, que se separaba de la zona de los sillones por un biombo, pero de momento nos sentamos en los sillones y esperamos a que llegaran.

No tuvimos que esperar mucho ya que en unos minutos pareció el metre acompañando a tres personas. Yo me levante y me quede quieta en el sitio, mi padre se acerco con una sonrisa a saludar.

Cuando se acercaron, la que yo suponía que era su hermana, me miraba con unas sonrisa resplandeciente, la madre me miró pero enseguida desvió la mirada hacia mi padre que se estaba acercando, Thomas desvió los ojos hacia mí pero tan rápido como me había mirado bajo la mirada.

Parecía tímido y no encajaba con el prototipo que yo había imaginado. Normalmente casi todos los músicos con los que había cenado eran extrovertidos. Por primera vez pensé que mi padre me había dicho la verdad y me iba a gustar como persona.

-¡Hola Sra. Fletcher! –dijo mi padre dándole la mano a cada uno de ellos.

-Por favor, llámame Debbie –dijo ella con una sonrisa tímida.

-Me parece bien –dijo sonriendo y entonces me llamó para presentarme –Este es Thomas nuestro nuevo talento, su madre Debbie –y se giró para dedicarle una sonrisa –y su hermana Carrie.

-Hola – me saludaron todos a la vez mientras me daban la mano uno por uno.

-Prefiere que le llamen Tom –dijo Carrie a la vez que se reia. Su hermano la miró intimidantemente con lo que consiguió que dejara de reírse.

Nos sentamos en la mesa y mientras nos traían la comida empezaron a hablar del contrato. Carrie estaba sentada a mi lado y ya que no formábamos parte de esa conversación, emprendimos la nuestra propia.

Empezamos a hablar de lo típico, el tiempo, pero enseguida enlazamos con el colegio, amigos, las cosas que nos gustaban…cosas sin sentido como hablar de política y después pasar a hablar de nombres de perros. Quien nos escuchase nos llamaría locas.

La cena estuvo entretenida y pareció ser que los padres también se divirtieron ya que decidieron tomarse unas copas. Nosotros nos fuimos al sillón para charlar tranquilamente, sin preocupación de decir algo que los padres no pudieran oír.

Carrie y yo seguíamos hablando de música y Tom no abría la boca salvo que se le preguntase. He de decir que Carrie me sorprendió con un tema que no me esperaba en absoluto.

-El otro día cuando estuvo grabando mi hermano para la prueba, tu padre nos dijo que tocabas el piano y no sé si puedo preguntártelo pero… ¿Por qué dejaste las clases?

Resople, no le podía decir la verdad, la conocía desde hacía solo unas pocas horas y no sabía cómo iba a reaccionar así que me invente una escusa.

-Cada vez me ocupaba más tiempo y mis notas eran bajas, así que decidí dejarlo. –dije con poca convicción.

-Pero dijo que no has vuelto a tocarlo desde entonces, algo más pasaría para que lo dejases de esa forma.

-Es una historia larga de contar y no creo que sea el momento.

-Para mí no creo que haya razón suficiente para dejar de hacer lo que más te gusta. –Esta vez era Tom quien hablaba y parecía indignado.

-Yo también pensaba lo mismo hasta que encontré el motivo. No quiero decir que no lo eche de menos, cada vez que acariciaba las teclas… -al decir eso, la expresión de Tom cambió. –me sentía libre, era una sensación de felicidad, se me olvidaban todos los problemas con solo tocar una nota. Pero me prometí que nunca más iba a tocarlo.

Después de que yo dijera eso nos quedamos en silencio, uno de esos silencios en los que nadie sabe que decir para romperlo.

Me quedé mirando en la pared recordando esa sensación, cuando noté que algo húmedo llegaba a mí. Me quedé sorprendida en un primer momento al no saber que es lo que era. Fui girando la cabeza hasta la zona que tenía mojada. Levanté la cabeza poco a poco de mis piernas para encontrarme un rastro sobre encima de la mesa de un liquido marrón. Terminé de levantar la cabeza para encontrarme con la cara de preocupación de Tom. Si, era su copa la que había llegado a mis piernas.

Me sentía enfadada, disgustada, enojada, cabreada, malhumorada, irritada, indignada, encrespada y todos los demás sinónimos que podáis encontrar.

-Bueno, vale que no te caiga bien, que me odies o lo que quiera que sientas con respecto a mí, pero creo que no era necesario que me tirases la copa encima no crees –le grité y cada vez mi tono de voz era más alto.

-Yo…lo siento mucho –dijo casi en un susurro.

Durante un instante me planteé si debolbersela con la misma moneda y tirarle la mía encima o simplemente pasar de él, dudo que volviese a verlo. Así que así hice, me senté de nuevo en mi sitio, pero de lo que no se libró fue de mi mirada amenazante y de odio.

No dio tiempo ni a que se produjera de nuevo un silencio, porque a los segundos aparecieron nuestro padres.

-Parece qe habéis hecho buenas migas –dijo mi padre a lo que respondí mentalmente “Aish si tu supieras”

-Sí, es verdad –dijo Debbie -¿De qué estabais hablando?

-Nada interesante –contestó Carrie con una falsa sonrisa

-Podríais salir juntos alguna vez… -comentó la madre de Tom.

-Sí, a mí me gustaría, podríamos salir algun día –dijo Carrie

-Buena idea, así la invitais y no estáis tan solos en la casa que os compré, si a ella le parece bien claro.

-Sí, claro –dije.

Mire a Tom pero desde que su madre me había invitado el miraba el otra dirección. No sabía si eso quería decir que no le hacía mucha gracia que yo fuese. Me estaba juzgando sin conocerme, y todo por haber dejado la música por lo que yo creería que era una buena razón.

Se estaba haciendo tarde y mi padre decidió que era hora de marcharse. Nos despedimos y Carrie me dio su teléfono para poder quedar.

Cuando llegué a casa me puse frente al espejo para quitarme el maquillaje. Mientras no podía parar de pensar en Tom, su voz, su pelo, esos ojos en los que me había perdido viendo el video, su sonrisa aunque esa noche no la saco, pero si pude verla en una ocasión.

Paré, ¿qué me pasaba?, ¿por qué pensaba en ese chico?, ¿me gustaba o simplemente era un capricho?... Ninguna de las dos, me dije a mi misma.

Me cambie y me fui a la cama, caí rendida y me dormí en un instante.

3 comentarios:

  1. muahahahahahahhahaha i'm the first!! x)
    haha me encaaaanta ya lo sabes pero por alguna razon que aun no alcanzo a comprender u.u tu y eva adorais los coment por eso te estoy escribiendo y por que me gusta tambien claro!, ademas de que no me dejas leer harry potter asta que no lea tu cap! xD
    setequiereeee!! ^^

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  2. LE HA TIRADO LA COPA! Tooom ¬¬ (chico maloo jumm)
    Nosé porque Lucía y Carrie me recuerdan a mi y a ti jajajaj!
    Porciertoo...¿Porqué no toca el piano? YO QUERER SABER!!
    TEQUIERO UN MUNDO ! MUAAAAAAAAAK

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  3. Here i am once again (8) jajajajajaja
    bueno bueno. Lo de acaricio las teclas me ha gustado un monton jajajaja - No toco bien, solo acaricio las teclas o algo asi xD ajajajja aii me ha gustado mucho xD

    Y bea me heee descojonaaaao al leer esto:
    ''Me quedé mirando en la pared recordando esa sensación, cuando noté que algo húmedo llegaba a mí. Me quedé sorprendida en un primer momento al no saber que es lo que era. Fui girando la cabeza hasta la zona que tenía mojada.''
    Digo... le ha venio la regla!! o le sangra la narizz!! xD jajajajajajajajajjjajajjajajajaj ai mi madre xD

    Bueno, decirte que ahora mientras que leo me quedo mirando el fondo y cuando acuerdo estoy embobada xD te lo prometo jajajajajajjajaja y bué! que mañana nos vemos ñajajajajaj te quieroooooooooooooooo!

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