sábado, 30 de julio de 2011

Capítulo 7: El Río Támesis

Estaba dispuesta a contarle mi historia, había conseguido ganarse mi confianza. Su pasado no era fácil de contar y esas cosas no se cuentan a cualquiera. Eso era lo que me había dado fuerza, saber que había confiado plenamente.

-Bueno, no sé por dónde empezar -dije dubitativa -es una tontería comparado con lo tuyo.

-Prefiero que sea una tontería, nunca le desearía a nadie una cosa así.

Tragué saliva, me estaba poniendo nerviosa y no sabía por dónde empezar.

Cuando me decidí empecé a contarle desde mi traslado a Londres, ocultando algunos detalles. Todavía no tenía suficiente confianza como para contárselos, aunque presentía que algún día lo haría.

-Mi padre antes de crear la empresa, trabajaba en una pequeña discográfica española, y algún fin de semana tocaba el piano en eventos importantes. Su trabajo solo le mantenía ocupado durante la jornada laboral.

<< Cuando llegaba a casa, lo primero que hacía, incluso antes de saludar a mi madre -sonreí al recordar eso -iba al piano, donde yo estaba esperándole para empezar a tocar. Podíamos pasarnos horas en aquel taburete.

<< Pero al llegar aquí todo cambió. Sus jornadas eran más largas y al principio me quedaba esperándole, pero desistí con el tiempo.

<< Para no sentirse culpable, me apuntó al conservatorio, pero no se daba cuenta de que, aparte de hacerme sentir libre, lo que me gustaba de la música era que lo teníamos en común.

<< Al principio de apuntarme al conservatorio él mostraba algo de interés por lo que aprendía, pero con forma fue pasando el tiempo no me prestaba ni la más mínima atención. Incluso, a veces, llegó a decirme que tocar por disfrutar era una manera de perder el tiempo -las lágrimas comenzaron a asomarse al recordar esas palabras y recordar que para él había llegado a ser su pasatiempos preferido -Y en ese momento fue en el que me di cuenta de lo que ocurría, no podía dejar que eso me ocurriese a mí, la música para mí esa una forma de liberarme, alejarme de los problemas y de transmitir lo que yo siento, y no un trabajo. No quiero que la música pase a ser lo mismo que para mi padre. -me callé durante unos segundos para después finalizar mi relato -Me prometí que nunca volvería a tocar el piano.

-No sé qué decir...

-No hace falta -me quedé pensativa -¿sabes? A veces, cuando estoy en mi cuarto encerrada escucho a mi padre tocar y me pregunto si lo que me dijo realmente lo pensaba.

Llamaron a la puerta. Era mi padre y Tom

Giré rápidamente la cabeza para secarme las lágrimas que todavía no habían caído y que las vieran.

-Lo siento, Carrie, ¿interrumpimos algo? -preguntó mi padre.

¿Perdona? ¿Carrie? Que pasa que yo no existo ni estoy en esta habitación, porque por lo que ha dicho daba esa impresión. La verdad que no sé de qué me sorprendo es mi padre, pasa de mi, qué más puedo esperar de él.

-No, Alejandro, no nos has interrumpido -dijo Carrie remarcando ese "nos" porque al parecer ella también se había dado cuenta.

-Vale, entonces nos vamos ya -se acercó al escritorio mientras nosotras nos levantábamos para recoger sus cosas -os acerco a vuestra casa -les propuso.

-No hace falta -contestó Tom

-Sí, os acerco para algo eres el que va a aumentar mi fortuna -y se rió. Y él le correspondió con otra carcajada, pero me dio la impresión que era nada más por seguirle la corriente.

La verdad que yo no veía donde tenía la gracia. Humor de gente de negocios, jamás lo comprenderé.

Bajamos en el ascensor hasta el garaje donde nos montamos en el coche de mi padre. Al principió hubo tensión y mi padre se encargo de empeorarla. Empezando a hablar del tema tabú y encima doble.

-He estado pensando que debería retomar las clases de piano -y ahí está el primer tema tabú pero no conforme con eso, creo que tenía ganas de ponerme de mal humor continuó -te será útil cuando empieces a trabajar conmigo.

Otra vez con el tema... ¿nunca se cansará de escuchar la misma respuesta? Yo creo que no.

-Y tú deberías replantearte en volver al gimnasio, que se van notando las cervezas de la tarde ¿no crees? -y finalicé esa frase con una sonrisa de superioridad, que él me devolvió.

-Te estoy hablando en serio...

-No si yo también -le corté

-¿Me vas a dejar hablar o te quedas aquí mismo y te vuelves andando? -me dijo casi gritando. Las caras de los dos hermanos eran de sorpresa y la mía de cansancio. Asentí con la cabeza -Pienso que deberías retomar las clases y te he encontrado a un profesor que estaría dispuesto a darte clases sin cobrar.

Eso no me sonaba nada bien. Que estaría tramando mi padre y de donde habría sacado a alguien que quiera darme clases y sin cobrar. Yo desde luego no lo haría.

-¿Quien?

Giró la cabeza y miró por un momento a Tom. ¿Por qué mira a Tom? Pero si...Oh no, no no no, eso sí que no. 

-Tom, a que es estupendo -dijo mi padre.

Me giré hacía él con una mirada de odio que yo habría saltado por la ventanilla del coche. Carrie me miro intentando calmarme y me hizo un gesto para que respirase hondo.

-Sí, estupendísimo -dije con ironía. Claramente no lo iba a permitir. No iba a saltar a mi promesa y menos con Tom como profesor. -No se para que te molestas en buscar, sabes que no volveré a tocar un estúpido piano en la vida.

-Eso ya lo veremos -dijo aparcando delante de la casa de los hermanos y estos se bajaron lo más rápido posible para huir de esta situación de tensión que había formado mi padre.

-Lucía otro día nos veremos y seguimos hablando -dijo antes de marcharse.

Volvió a arrancar el coche, y con ello, empezó de nuevo la discusión. 

-No ves que vas a echar tu futuro a perder solo porque te has encaprichado en ser veterinaria -comenzó.

-No es solo un capricho -contraataqué.

-Eso es lo que piensas ahora, todavía no sabes lo que quieres hacer en la vida. Ahora estás en la etapa en la que te parece todo muy bonito, todo te entra por los ojos -Paró para coger aire -pero realmente no sabes lo dura que es la vida. Tú no estás hecha para eso, no vales, crees que sí pero la verdad y la realidad es que no.

Estaba empezando a sentirme mal, ¿de verdad no servía para nada o es lo que él quería que creyese para tenerme en su empresa? Sea cual sea su finalidad me estaba haciendo sentir como la última mierda, una incompetente, que no era nadie en esta vida y nunca llegaría a serlo.

Las lágrimas se acumulaban, pero no iba a dejar que me viese así, no podía mostrarle mi debilidad.

-Sabes que en tu vida lo único que se te ha dado bien ha sido la música, aprovéchalo y dedícate a ello. Podrías llegar a ser como yo -aparcó delante de nuestra casa -e incluso alguien más importante.

No me podía creer lo que me estaba diciendo, todo por lo que yo había dejado la música es lo que mi padre pretendía que fuera.

-No, no, no -empecé a decir en susurros, mientras negaba con la cabeza -No -dije más alto -JAMÁS -le grité ya en la cara.

Abrí la puerta del copiloto y después de salir cerré dando un portazo. Me fui alejando del coche en dirección contraria a mi casa.

-Lucía ¿dónde crees que vas? -gritó mi padre para que le escuchara.

-Necesito estar sola -y mi padre hizo un gesto dándome a entender que no me escuchaba y me fui acercando a su posición mientras gritaba -QUE NECESITO ESTAR SOLA.

Los ojos cada vez se me inundaban más en lágrimas, necesitaba pensar y conociéndole como le conozco sabía que se pondrá a tocar el piano para hacerme entrar en razón, pero lo que no sabía es que conseguiría todo lo contrario.

-Eso también puedes hacerlo en casa -dijo cuando ya estaba a su altura -es más, es lo que siempre haces, encerrándote en tu cuarto.

-No lo entiendes papá -dije aún con los ojos llorosos -lo que quiero es alejarme de ti.

Y tras una mirada de odio me alejé de él. Cuando estuve lo suficientemente lejos, mis lágrimas, sin mi consentimiento, empezaron a descender por mis mejillas dejándome ver a penas el camino por el que iba. Todos los que pasaban a mí alrededor se quedaban mirando.

No sabía hasta donde iba a llegar, lo único que hacía era a girar en las esquinas sin parame a pensar en cuál era mi destino. Tampoco me importaba, yo quería alejarme de mi padre y poder pensar con claridad. Por el camino sus palabras retumbaban en mi cabeza, haciendo que volviesen esas lágrimas que había conseguido que cesasen.

Sin darme cuenta, me encontraba al lado del Big Ben que estaba abarrotado de turistas haciendo fotos hacia todas partes.

Me acerqué hasta el río para ver como el agua corría siguiendo su curso.

Ya sabía cuál iba a ser mi destino. Seguí caminando a la par del río para alejarme de esa zona de turistas. Cuando llegué a una zona poco transitada bajé por la rampa que llevaba hasta donde estaban los barquitos amarrados.

Busqué algún sitio donde poder sentarme y al final lo encontré. Me senté al borde, con los pies colgando hacia el Támesis, casi rozando el agua.

Me quedé mirando fijamente el agua recordando esas palabras de mi padre que tanto me habían dolido. Sabía que no le gustaba la idea de que estudiase veterinaria, pero no que fuese capaz de hacerme sentir así solo para conseguir lo que él quería

Pero lo que él no sabía es que no lo iba a conseguir, no iba a dejar que mi padre mandase sobre mí toda mi vida, no voy a permitir que él organice mi vida a su antojo y menos, que tomase las decisiones por mí. Iba a conseguir que esas palabras que habían salido por su boca se las tragase, convirtiéndolas en algo incierto y poco probable.

Iba a luchar por lo que quería y lo iba a conseguir. Porque ahora mismo iba a comenzar a tomar las riendas de mi vida o por lo menos iba a luchar por ello.

Me levanté de donde me encontraba y fui en busca de algún transporte que me acercara a casa porque el cielo se estaba cubriendo de nubes y no tardaría mucho en ponerse a llover.

Mientras iba caminando me topé con una cabina telefónica y una persona se me pasó por la cabeza. Mi madre. Busqué en los bolsillos pero el móvil me lo había dejado en casa, pero lo que sí me encontré fueron unas cuantas monedas y no me lo pensé dos veces.

Me metí dentro de la cabina e introduje todas las monedas que tenía, que no eran muchas. Me tendría que volver andando, pero ahora mismo necesitaba más hablar con mi madre que el transporte.

-¿Sí? -contestaron al otro lado del teléfono.

-Hola mamá.

-Ah...hola -dijo un poco sorprendida -no esperaba que me llamases ¿Qué tal va todo por allí?

-Como siempre -dije triste y mi madre lo notó.

-¿Qué ha pasado? Te noto triste.

Le conté todo lo sucedido hacía escasas horas con mi padre, sin omitir ningún detalle.

-Hija, no le hagas caso, sigue tus estudios, haz tus decisiones y comete tus propios errores. Tú padre se dará...

-No me hagas esperar tanto -se escuchó una voz masculina al otro lado del teléfono.

Mi madre no contestó pero si se le notó que se le agitaba la respiración, se escuchaba desde aquí.

-¿Quién es? -pregunté.

-Lucía, tranquila, solo es...

-Pi, pi, pi. Si desea continuar hablando introduzca más monedas -dijo la máquina.

-¿Qué? No tengo más monedas -grité mientras la golpeaba con el teléfono.

2 comentarios:

  1. AGGGGGGGGGGG COMO ODIO AL PADRE (aunque ese tio de la foto que as puesto es demasiasdo GRRRRRRR)
    Pobre Lucía, asco de padre que tiene...y Carrie más mona y no nace y Tom...¬¬ Ya podía interceder un poco...menuda situación más incomoda pasaron el coche.!!1
    La madre esta poniendo los cuernos al marido la la la la al (8)
    jajajajajja MOLAAAAAAAAAAAAAAAAAA MAZOOOOOOOOOO
    Bea de mis amores..SUBE OTROOOO

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  2. CHOOOCHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! las cuatro de la maána y mira donde me tienes, todo por culpa del maldito dolor de barriga jajaja va a conseguir que aguante mas tiempo despierta de lo que aguantamos nosotras xD jajaja bueno buen, procedamos al comentario:

    Sinceramente el padre es un tocapelotas de cojones, se nota mucho que esto fue antes de que se hiciera famoso y grabara perdona si te llamo amor xD JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA que yo a ese tio lo he visto en calzoneeeees JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ai que risa mas tonta... en fin jaja

    ¿Que tom le va a dar clases de piano? O_O la madre que la pario! ¿me puedo ir de sujetavelas? que a mi no me importa JAJAJAJAAJAJAJAJA

    la madre es un poco pendoncete no? xD anda que... Elena, se deberia de llamar Elena jajaja ahora esq yo al tio este no me lo tomo en serio xD jajaja bueno loof me voy al sugienteee :D

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